
Ventanita
Vals Eduardo Márquez Talledo
Ventanita, ventanita silenciosa,
estás triste y desolada como yo,
ya no asoma en tus cristales la preciosa,
compañera que se fue y nos olvidó.
Ya las flores del jardín están marchitas,
porque al irse su rocío les negó;
sólo quedan unas cuantas margaritas,
que su mano al despedirse las regó.
Con aquellas margaritas, ventanita,
haré un ramo y en tu alero lo pondré,
y un día no muy lejos, ventanita,
como aquellas margaritas, moriré.
Enviado por Alfredo Grados
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