
TIÉNDEME LA MANO
Vals
Alberto Haro
Tiéndeme la mano, amada mía,
que esta soledad me está matando;
no, no puede ser que así te alejes
ya no encuentro alivio en mi tristeza.
Si te vas de mí y no te encuentro más,
serán mis noches de tortura y de dolor.
Tiéndeme la mano, amada mía,
que eres la razón de mi existir.
Vida, no me olvides,
soy tu amante que por tí diera la vida;
sueños de tristeza
y en tus labios quiero dar mi último beso.
Mira, lo que has hecho,
son dolores los que guardo aquí en mi pecho,
penas, por tu ausencia,
qué terrible debe ser vivir sin tí.
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