
Recuerdos de Amor
Vals Letra: Felipe Pinglo Alva
Música: Luis Abelardo Núñez
Como átomos de arena,
que el viento disemina,
uno a uno han huído,
mis recuerdos de amor.
Vivo hoy en otro mundo,
opuesto y muy distinto,
a ese mundo de ensueño,
que todo es ilusión.
De mi conciencia presto,
han fugado los velos,
de mi mente su imagen,
de mi ser la ambición,
pero lo que no ha huído,
a pesar de mi esfuerzo,
es la pena que a pausas,
roe mi corazón.
En vano busco calma,
y persigo sosiego,
no es odio, ni es venganza,
tampoco es ilusión.
Es algo que me agobia,
y acaba mi existencia,
cual afilado acero,
dentro de mi corazón.
El mundo y su cortejo,
de banales placeres,
no logran mi entusiasmo,
para poder gozar.
Imposible que, mientras,
ensaye una sonrisa,
sangre la eterna herida,
que nunca ha de cerrar.
Piedad, para el calvario,
que me obsequio la vida;
tregua, para el martirio,
de tan hondo dolor.
Piedad para el calvario,
que me obsequió la vida,
tregua para el martirio,
de tan hondo dolor.
Si yo no he delinquido,
Señor y Juez supremo,
porque pagar las culpas,
de mi infinito amor.
Pero si oyendo el ruego,
en mi lugar designas,
a la mujer causante,
de tanto padecer.
Te ruego Ser Supremo,
cumpliré mi calvario,
que en mi postre el aliento,
su perdón, ha de ser.
|