
En un Atardecer
Vals Manuel Acosta Ojeda
En la agonía roja de cada atardecer,
se entristece la fauna y la flora desmaya;
mientras por el poniente el Sol se hace una raya,
y el beso de la noche la luz hace correr.
Ya los bosques encienden sus luciérnagas tibias,
canta el río más fuerte al permiso del ruido;
los jardines ajenos libertan su fluido,
y los lagos afloran criaturas anfibias.
En espejos se miran las fieras al beber,
la tímida gacela se incrusta entre la fronda;
y lagrimea el sauce cumpliendo su deber.
La sirena se peina la cabellera blonda,
al pie de la cascada invitando a querer,
y en el océano el Sol, cada vez más se ahonda.
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