CUANDO VAS A LOS TOROS

Vals


 Augusto Polo Campos



Cuando vas a los toros, mujer,
el público ni sabe qué hacer,
la gente se entretiene en mirar
tu lindo ser.
Y cuando la faena se armó,
tu diste un grito de horror,
cuando el torero cayó
en el redondel.

Entonces, al oirte, surgió
con gran coraje y valor
y su faena brindó
a tu esplendor.
Tus manos le arrojaban la flor
que tu cabello adornó
y entonces él, con amor,
te dijo así:

¡Brindo por tí!
Porque me fascinas,
estas chicuelinas
te las brindo yo.

¡Brindo por tí!
Causa de mis males,
estos naturales
te los brindo yo.

¡Brindo por tí!
Porque con tus palmas
me llenaste el alma
de loca pasión.

¡Brindo por tí!
Porque tu mirada
me dio una estocada
que dejó sin vida
a mi corazón.