Por Sandro Medina Tovar
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Panorámica del Jardín Botánico. |
c.u. 26-05-2004| El Jardín Botánico de la Universidad de San Marcos es uno de los pocos lugares donde no sólo se aprecia la belleza natural; allí también se hacen rigurosos estudios. El Jardín es considerado uno de los pocos pulmones del Cercado de Lima y ha sido premiado por la Municipalidad de Lima Metropolitana, en un exigente concurso. Acompáñenos en esta incursión que debería estar en la agenda de los amantes de la naturaleza.
Es algo así como estar fuera de Lima y de esa selva de cemento cargada de sopor, contaminación y destemplados ruidos. El Jardín Botánico sanmarquino, ubicado a la altura de la cuadra 7 de la avenida Grau, es un refugio natural donde podemos contemplar más de dos mil especies de plantas.
En un principio tenía más de seis hectáreas de extensión, pero con el correr de los años fue perdiendo terreno hasta quedar en no más de tres hectáreas. A cambio fueron levantados algunos edificios y laboratorios que son utilizados por los estudiantes de las facultades de Medicina Humana y Farmacia y Bioquímica de la universidad.
"Por largas décadas estuvo completamente abandonado, a tal punto de servir de botadero; tanto así que fueron retiradas más de 200 toneladas de basura y desperdicios durante su restauración", recordó el doctor José Gómez Carrión, a cargo de su administración.
Jardín de ensueño
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Plantas acuáticas no dejan de sorprender. |
Desde mediados de los años 90, el doctor Gómez Carrión, acompañado de un grupo de botánicos y jardineros, realizó un trabajo arduo, difícil. Había que convertirlo, una vez más, en un espacio donde no sólo florezcan plantas ornamentales, sino también exóticas o medicinales, tan necesarias y estudiadas en estos tiempos.
De ahí la presencia de numerosos investigadores en este lugar, que cada vez se sorprenden por la enorme reserva genética que en su interior se atesoran. Está dividido en área de desiertos, de plantas acuáticas, tropical, sierra y costa. Fue así como conocimos la ayahuasca (Banisteriopsis caapi), una planta alucinógena utilizada por los chamanes de la amazonía peruana en sus practicas de curación.
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El invernadero que preveserva algunas especies. |
Igualmente, ubicamos al sangre de grado (Croton lechleri), cuyo látex se consigue por medio de un corte en la superficie. Es sembrado en la cuenca amazónica y utilizado desde épocas muy antiguas. En más de una oportunidad ha sido demostrada sus propiedades medicinales como cicatrizante y antiviral.
Unos paso más allá hallamos al afamado yacón (Smallanthus sonchifolius), del que se extrae una insulina natural conocida como inulina. Su importancia y valor económico en la lucha contra la diabetes es muy apreciada.
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Responsable del jardín, Dr. Jose Gómez carrión. |
El periplo por el Jardín Botánico continúa; observamos al matico (Piperaceae), una planta que crece en la costa, también en la selva alta y baja y aún en los valles interandinos de la sierra. Es empleada por las poblaciones como anti inflamatorio.
Un alto en el camino. El doctor Gómez Carrión, quien además es director de la Escuela de Post-Grado de la UNMSM, explica que durante su recuperación o restauración, en 1996, se construyeron centros de aclimatación, que sirven para mantener en buen estado plantas procedentes de diversos lugares del Perú. Asimismo han sido levantadas grandes jardineras para proteger plantas exóticas o curativas. Para ello sirve la colaboración de un grupo de adolescentes designados por la Municipalidad limeña, que hacen trabajos de jardinería.
Más plantas singulares
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El bambú, caña exótica de largo tallo hueco. |
Mantener esta área natural no es sencillo. Se necesita recursos económicos y especialistas. "Debo precisar que en el Museo de Historia Natural de nuestra universidad, tal vez pocos saben que también hay otro jardín botánico, pero de pocas dimensiones", recordó.
El recorrido prosiguió y ahí encontramos una rareza de planta llamada ombú (Phytolacca dioica), que crece en Argentina. Parece guarecer a varias plantas a la vez. Antes, observamos el bambú, una caña exótica con un largo tallo hueco, que crece rápidamente. En medicina natural, se utiliza su exudado o liquido que se obtiene de los nudos de los tallos.
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La Araucaria (Araucaria exelsa), árbol mas alto del jardín. |
Dicen que estimula la síntesis de colágeno para el tejido óseo y conjuntivo, con lo cual facilita la reconstrucción del cartílago destruido por la artrosis. Unos metros más allá observamos a la araucaria (Araucaria exelsa), el árbol más elevado de este jardín, alcanza más de 50 metros desde sus raíces.
Las descripciones y los nombres dados por el doctor Gómez Carrión, así como por el botánico Mario Benavente no tienen cuando acabar. Una mañana no es suficiente para conocer todas las riquezas y bondades que existen en su interior. Por ratos parece que estuviéramos internados en la propia amazonía o en los desiertos áridos de la costa.
En esta incursión por el Jardín Botánico además apreciamos una variedad de cactáceas, así como frutas como la guayaba, la chirimoya, el níspero de Japón, entre otras. Y de pronto algo llamó más nuestra atención. Fue la existencia del Jardín tacto olfativo, que fue construido especialmente para las personas que sufren de ceguera. Ellos sólo deberán caminar por este lugar, o acaso arrancar una pequeña hoja de alguna de estas plantas para luego identificarlas mediante el olfato.
Historia botánica
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Variedad de cactáceas se muestran en el jardín. |
De su historia mucho se ha hablado y poco se ha escrito. Uno de los conocedores de este recinto es el doctor Gómez Carrión, quien en un artículo publicado en la Gaceta Sanmarquina detalla aspectos poco conocidos. Allí se indica que fue fundado el 18 de marzo de 1787 por Carlos III, Rey de España. Es propiedad de la Facultad de Medicina Humana de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, por D.S. del 30 de marzo de 1868 y por R.S. del 10 de julio de 1876.
En la época del virreinato don Evaristo de los Ríos, profesor de la referida facultad, organizó el Jardín Botánico y luego continuó esta obra don Antonio Raimondi, profesor de Ciencias Naturales de esta universidad. Este célebre personaje investigó una colección de especies vegetales en el ámbito nacional.
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También encontramos la Ayahuasca (Banisteriopsis caapi). |
Fue a comienzos del siglo XX cuando este Jardín logró su resurgimiento, aunque en 1932 fue abandonado y no tuvo autoridad alguna hasta 1942. "Ese año el rector, don Godofredo García, ilustre matemático, en coordinación con el decano de la Facultad de Medicina, don Carlos Monge Medrano, optaron por restaurarlo con el asesoramiento del doctor Thomas Goodspeed, Botánico-USA doctor Augusto Weberbauer, botánico alemán y el señor Félix Woytkowsky, naturalista polaco", escribió el doctor Gómez Carrión.
De ahí el doctor Augusto Weberbauer continuó como director, hasta que el doctor Ramón Ferreyra asumió el cargo y el jardín progreso notablemente. Hasta mediados de los años 90 estuvo en completo abandono. Había mucho por hacer: evaluación del estado de vida de las especies de las plantas supervivientes, instalación de redes de tuberías de agua y de motobombas, caminos ecológicos, entre otros trabajos.
En la actualidad el Jardín Botánico tiene sus puertas abiertas para estudiantes, científicos y todos aquellos amantes de la naturaleza. Anímese y conozca esta isla botánica ubicada en pleno centro de la ciudad. Descubrirá un retazo de la riqueza bionatural que ostenta nuestro país y que tanto ha servido a la humanidad.
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